domingo, 8 de abril de 2012

¿Alguien como él?

Las lágrimas le corrían por el rostro. Dejaban caminos oscuros de rímel tras de sí, marcándola, haciendo aún más obvio el hecho de que estaba llorando. De que era débil. De que esta vez, quizá no había vencido.
- Circe - su nombre, susurrado, casi convertido en un ronroneo. En una brisa cálida que le acarició los oídos y le animó a levantar la mirada. Ella no lo hizo. No quería que la vieran llorando. Ni siquiera ella. Ni siquiera alguien como Beta.
Una mano se enredó en su pelo, con la delicadeza del ala de un ave, y volvió a oír su nombre.
Se apartó con brusquedad. No quería su compasión. No quería que le dijera que sentía que la persona a la que más amaba la había traicionado. No necesitaba oír que lo sentía cuando eran unas palabras demasiado usadas, casi desgastadas, ya carentes de valor.
- Circe, no pasa nada - una pausa -. Encontrarás a alguien como él.
La risa subió por la garganta de la chica de golpe, y su tinte amargo abrasó las paredes de su garganta, hasta que el dolor la hizo estremecerse. Brotó de sus labios con una falsa alegría que puso la piel de gallina a Beta, una falsa alegría que parecía recomendarle que retirara sus palabras si todavía podía. Aquella crueldad melódica asustó lo indecible a Beta. Circe era destructiva, sí. Era cabezota como ella sola y, para qué negarlo, era una cabrona de cuidado. Pero nunca la había visto herirse a sí misma de aquella manera. Parecía peligrosa. Demente. Perdida. No como una bala perdida, si no como una bala mal conducida.
- ¿Alguien como él? - Beta se encogió. La sonrisa de Circe brillaba como el filo de un cuchillo. Igual de afilada. Igual de despiadada -. ¿Para qué coño quiero a alguien como él, eh, Beta? Me traicionó.
Cogió un trozó de adoquín que descansaba en el suelo y lo hizo volar por la calle vacía, hasta chocar contra la carrocería oxidada del coche destrozado del otro lado. Por un segundo pareció satisfecha con su lanzamiento. Como si en mitad de todo, por lo menos hubiera algo que seguía estando bien. Algo que tenía sentido. Entonces volvió a recordar la humedad de sus mejillas y su rostro se ensombreció.
- Hex me traicionó - repitió en un murmullo, para sí misma -. Me dejó tirada cuando se suponía que tendría que haber estado cubriéndome la espalda. Asegurándose de que nadie intentaba asesinarme, que es exactamente lo que ha pasado - se acarició la herida de bala del hombro con aire ausente, mientras su pecho volvía a vibrar con esa risa cruel -. Debería haber sabido que se aliaría con ellos. No importa que los cambiaformas sean monstruos sin compasión, ¿verdad, B? Ellos tienen poder y eso es lo único que a Hex le importa. El poder, y nada más. Y si en el proceso mueren todos tus compañeros, no tiene importancia. Es sólo uno de los contras que hay que aceptar. 
Se limpió las lágrimas con la manga de su sudadera y se incorporó, completamente inexpresiva.
- Dime, Beta, ¿para qué coño quiero a alguien como él?
Se recolocó la chaqueta de cuero, cuadró los hombros y se levantó, como si nada hubiera pasado. Un escalofrío se entretuvo con la columna vertebral de Beta mientras ella observaba como Circe pasaba los dedos por su cinturón con sistemática costumbre, comprobando que su Colt seguía descansando sobre la cadera.
Avanzó un par de pasos, y volvió la vista sobre el hombro, esperando a que Beta se moviera. No le cabía la menor duda de que, si las circunstancias fueran diferentes, Circe habría continuado avanzando sin mirar atrás, sin esperarla. Pero no en aquel momento. No con un ejército de Cambiaformas yendo detrás de los pocos humanos que quedaban y, en espacial, del grupo rebelde, del que Circe y Beta formaban parte.
- ¿Mueves el culo o qué, Beta?
Su voz no indicaba que había estado llorando hacía unos segundos. Su mirada volvía a ser dura como una roca. La sonrisa sarcástica había vuelto a bailar en sus labios. Eso era todo lo que había tardado en superar una traición y una ruptura. Unos escasos 10 minutos.
Circe era así, se dijo Beta.

2 comentarios:

  1. Me gusta. Circe (que por cierto me gusta mucho el nombre) parece débil al principio. Pero poco a poco va cogiendo fuerza y parece una chica llena de energía, dura y puede que un poco despiadada.
    Todavía no entiendo del todo la historia, pero más o menos me hago una idea con el grupo rebeldes por un lado, y por el otro el de los Cambiaformas.
    (Me recuerda a algún libro, puede que una película, pero no sé decirte cuál.)
    Un besito. P.

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    1. Me alegra mucho que te guste. :) Sí, Circe es bastante... dura, sabe lo que hay que hacer y lo hace, no le importan las consecuencias, (o así pretendo que sea), así que sí, decir que es despiadada es bastante exacto, yo creo.
      La historia es algo que me ronda por la cabeza y que tengo que ir desarrollando, pero esa es la base de momento, sí. La verdad es que hasta a mí misma me recuerda a algo, pero no es igual a ninguna historia, o eso intento.
      ¡Un beso!

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